15/3/13

EL DOLOR DE LA MADRE ES EL DOLOR DEL PADRE


Todos nosotros fuimos creados a imagen y semejanza de Dios y por eso, cuando generamos nuestros hijos, también nacen a nuestra imagen y semejanza. Traen nuestras características físicas. Tomamos en los brazos aquella pequeña belleza y empezamos a soñar con un gran futuro para ellos, jamás pasa por la cabeza de una madre que sus hijos crecerán trazando caminos torcidos, viviendo una vida sin reglas y sufriendo consecuencias de esos actos.
Pues la mayoría de nosotras las mamás, estamos siempre esforzándonos para dar buenos ejemplos, enseñamos nuestros hijos como deben portarse, hablamos, recomendamos, orientamos y protegemos, así como lo hace Dios, y es a través de Su palabra, la Biblia.

Sin embargo, muchas de nosotras tenemos hijos que decidieron no escucharnos, no seguir nuestras orientaciones, no quieren seguir el buen camino que presentamos a ellos, no quieren nuestra protección. Así también acontece con Dios… Él nos dejó el Camino a seguir, Camino que nos lleva a una vida plena, camino que nos conduce al suceso en todas las áreas de nuestras vidas, en la Biblia nos dejó todas las orientaciones a seguir, pero… a semejanza de las actitudes de nuestros hijos, la humanidad (incluso muchas de nosotras que estamos leyendo esto), decidimos no seguir ese Camino, decidimos no oír Sus palabras de orientación y hacemos las cosas de nuestra manera.

¿Cómo consecuencia? Vida de sufrimiento y decepciones, sucesiones de errores, fracasos y tristezas.
Cuando vemos nuestros hijos pasando por esas situaciones, nos quedamos tristes, sufrimos también, sentimos el dolor de ellos, y haríamos todo lo que fuese necesario, si ellos tan solo viniesen hasta nosotras, se arrepintiese de sus malas actitudes y aceptasen nuestros consejos, si obedeciesen nuestras instrucciones. Lo mismo Dios siente en relación a nosotros; cuando sufrimos Él se entristece, porque si tan solo siguiésemos Sus sabios consejos, no fracasaríamos, no tendría tanto sufrimiento, pero… ¿Quién quiere seguir Sus sabios consejos? ¿Quién está dispuesto a volverse para Dios arrepentido de sus errores? ¡Esa es la cuestión!

Nosotras como madres que estamos en esta lucha por nuestros hijos podemos entender perfectamente lo que Dios siente cuando Sus creaturas toman un rumbo diferente al que Él orienta, nosotras las madres en oración de todo el mundo, debemos reflexionar, pues Dios no impone Sus enseñanzas y orientaciones, Él ofrece, pero si no damos importancia y no obedecemos Sus consejos, Él no puede obligarnos, porque Él es justo. Diferente de nosotras, que muchas veces, queremos imponer las cosas a nuestros hijos, pero ya comprobamos que no funciona. Pongamos a nuestros hijos en las manos del único que puede salvarlos y cuanto a nosotras: Dejemos nuestros propios consejos y sigamos el que es perfecto que viene de Dios. 

Mamá, entregue su vida a Jesús.

Sandra Lages
                                                                                                             

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