10/9/12

SOLO SE DISCIPLINA A QUIEN SE AMA


 
 
He conocido a muchas madres que dejan sus hijos totalmente sueltos. Ellos hacen lo que quieren, gritan, patean, insultan a su madre, no obedecen, no respetan, etc. La lista es realmente grande… Ya vi hijos pequeños pegando a su madre en la cara, y ellas avergonzadas, no hicieron nada, otras lloraban impotentes.
Cuando preguntamos el porque de ellas dejaren que esa situación llegase a tal punto, la respuesta es siempre la misma: - no sé que hacer y tengo miedo de castigarlo y que él me deje de amar o crea que soy mala por hacerlo…
Bueno, pongamos nuestra mente para funcionar, si disciplinamos a nuestros hijos, ¿estamos siendo malas con ellos? si imponemos reglas para que crezcan responsables ¿les estamos haciendo daño? si “castigamos” a ellos por una mala actitud, o por desobediencia ¿ellos nos dejarán de amar? ¡Claro que no! Al contrario. Pues, una vez más, usemos la inteligencia: ¿alguien disciplina a quien no le importa? No. Solo se disciplina a quien se ama, pues al disciplinar un hijo, aun que no acepten al principio, se resistan, quieran argumentar, etc., cuando sean adultos nos agradecerán por ello.
 Esa mentalidad de que ellos nos van a amar menos es totalmente diabólica, es para que crezcan irresponsables, sin capacidad de valerse por si mismos, sin respeto hacia los demás. Y nosotras como madres, que amamos a nuestros hijos, debemos saber y si no sabemos, debemos buscar en Dios esa dosis correcta de disciplina que ellos necesitan, veamos lo que la Palabra de Dios nos orienta:

“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”. (Proverbios 13:24)
“Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo”. (Proverbios 19:18)  
“No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del infierno”. (Proverbios 23:13-14)

Vean que Dios nos enseña a cerca de la disciplina, es algo de fundamental importancia en la vida de ellos. No podemos privarlos de ese amor, pues disciplinar también es amar.
Nos equivocamos mucho cuando dejamos a nuestros hijos “sueltos”, y algo muy importante es explicar al hijo el porque de estar siendo disciplinado, no es dar un castigo y ya, eso no trae beneficios, la disciplina que realmente trae cambios y forma un carácter recto en ellos, es cuando se aplica y se explica detalladamente el porque están siendo disciplinados; decirles que es porque hicieron cosas malas, porque no obedecieron, faltaron con el respeto, etc. Jamás debemos castigarlos sin que sepan la razón. De esa manera formaremos en ellos un carácter recto, integro, honesto, tendrán siempre en cuenta que si toman malas actitudes sufrirán las consecuencias, pues todo en la vida es así, cosechamos lo que sembramos.
Actuando de esa manera ¿no es cierto que estaremos amando más a nuestros hijos? ¡Piensen en eso! Y otro punto importante es que, nunca es tarde para empezar, acuérdense: “Madres no desisten de sus hijos”…

Dios bendiga a todas las mamás. 

Sandra Lages

No hay comentarios: