A cada día más he aprendido a vivir por la fe y a constatar sus
extraordinarios resultados, al punto de poder ver en las luchas y adversidades
de la vida una oportunidad más para ver la gloria de Dios en mis días.
Mamá, el ejercicio de la fe en Dios no consiste apenas en las
palabras que salen de nuestros labios en el momento de la oración, en nuestros
ayunos, pero, sobre todo, en nuestras actitudes y gestos, conservando nuestros
pasos en obediencia y temor, para que en todo lo que hagamos, tengamos
autoridad para vencer el mal, resistiéndole día a día.
¿Tenemos fallos? Yo… ¡tengo! Pero, la fe da fuerzas para
guardarme del mal, desviarme de su camino, estando siempre atenta para
discernir que las facilidades en la vida son como las comidas fast food, una
optima opción para quitar el hambre de inmediato, mas que a largo plazo trae
consecuencias malas para nuestro cuerpo, y lo mejor requiere de cada una de
nosotras… sacrificios.
Sin embargo, cuando viene la tempestad puede que la fe no la
cese, pero ella es como un abrigo que le mantiene intacta y protegida de sus
inundaciones.
Cuando llega la mala noticia, la fe es el calmante instantáneo
que le mantiene tranquila, cierta de que su hijo está en las manos de Dios, a
quien usted confió su vida.
Si todo parece estar en conflicto, la fe le conduce hacia la
puerta de salida, ella es como la luz al final del túnel que se prende a través
de la plena certeza y confianza.
Cuando muchos miran hacia el problema, la fe le hace ver la
SOLUCIÓN.
Cuando el cansancio quiere sobrepujar la fuerza , la fe le
conduce a la esperanza y el tiempo se presenta como un compañero de Dios para
entregarle el mejor de Él a usted.
El resultado de la fe es inmediato, porque su respuesta empieza
dentro de cada una de nosotras, y la hace plenamente segura en Dios. Como está
escrito: “¿Si Dios es por nosotros, quien
contra nosotros?”. Romanos 8:31
Querida mamá, sea libre de las dudas, expúlselas y crea. Deje la
verdadera fe le conducir al CAMINO, la VERDAD y la VIDA. ¡Viva el resultado de
la fe inmediatamente y sea feliz ahora mismo!
En la fe,
Isis Regina
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