Hola, mi nombre es Angélica Guedes, tengo 32 años, soy casada
hace casi 10 años y recientemente me torné mamá de un bebé que hoy tiene 1 año.
En este espacio compartiré con usted mis descubrimientos en el nuevo universo
materno, de la gestación hasta ahora. Espero poder ayudar a usted mamá, que
como yo está viviendo los desafíos de cuidar y educar a un bebé, buscando
siempre ayuda y fundamento en la Palabra de Dios.
Bueno, para conocernos mejor, voy a contarles como fue que supe
que estaba embarazada. Las desconfianzas empezaron en el regreso de un viaje,
cuando comencé a tener muchas nauseas en el avión cuando se preparaba para
posar. Lo vi raro… nunca había tenido nauseas en el avión, para mi esos viajes
son muy tranquilos… Pero, luego me vino a la mente: “creo que comí demasiado”.
En la casa, se pasaron los días, y las nauseas iban y regresaban, y empecé a
cogitar la posibilidad de estar embarazada. Me di cuenta que a cada rato sentía
ganas de orinar… vino la duda y un frio en la espina. No hablé con nadie, ni
con mi marido.
Hice una prueba de farmacia y, salió positivo… una montaña rusa
se formó en mi panza y pensé: esas pruebas no son muy seguras. En el día
siguiente me sentí muy mal y fui a la emergencia de un hospital, donde hice
varios análisis de sangre para comprobar el embarazo, el médico, luego de
algunas horas, me llamó al consultorio con una expresión un poco graciosa y
dijo: Sra. Angélica, felicitaciones, los análisis salieron positivo, usted está
embarazada, busque a un medico y empiece el acompañamiento. ¿Cómo? Me da una
noticia de esas con esa tranquilidad, pensé. Pero, me quedé muda, sin reacción.
Salí del consultorio con el resultado en la mano, muchas cosas pasaron por mi
cabeza, pero luego al rato me reía sola.
Parecía que al mi rededor solo tenía madres con niños y mujeres
embarazadas. ¿Cómo será que va ser?
Quizá amiga, usted esté leyendo mi relato y esté pasando una
película en su mente de lo que está viviendo por descubrir que será mamá, o
porque su embarazo no fue como le gustaría. Pero, no importa, las experiencias
de un embarazo son únicas, cada mujer tiene las suyas. La misma mujer tiene
experiencias diferentes de un embarazo a otro. El hecho es que, muchas cosas
cambian adentro de nosotras, la manera de ver el mundo, de ver las demás
personas y, principalmente, como vemos nosotras mismas.
Entendí que el bebé que estaba siendo formado adentro mío,
necesitaba que yo fuera más que una mamá biológica, pero una Madre en Oración,
que confiase su futuro, desde el vientre, en las manos de Dios. Delante de un
mundo tan malo y destructivo, empecé a orar pidiendo sabiduría y condiciones
para crear a mi hijo según la voluntad de Dios y no a mi manera, pues de esa
forma yo sabia que no iba a quedar ansiosa, con miedo o insegura. Me refugie en
Dios.
Por esa razón mamá, la invito a ponerse a disposición de Dios y
a asumir el papel de madre, desde ya. Ese ser que está siendo formado adentro
suyo, ya es totalmente dependiente de su cuidado, cariño y amor. Por ello,
ponga su embarazo, su hijo y a usted misma en las manos de Dios.
Ore, pida ayuda a Él. Cuente a Dios lo que se pasa con usted.
Sea sincera y usted tendrá respuestas maravillosas en su vida. En una próxima
oportunidad, regresaré contando más sobre mi embarazo. Aproveche el espacio
abajo y comparta con nosotras como fue o está siendo su experiencia.
"Enseña al niño el camino que debe seguir y aún
cuando sea viejo, no se desviará de él"
Proverbios 22:6